Los Locos Addams un filme que propone varias interpretaciones
¿Es cine o es
solo vestuario?
Una película diferente
en todo sentido, seguro que todos han tenido la capacidad de verla en algún
momento, o por el canal de cable o una tarde de sábado o domingo aburrido,
siempre ha sido muy publicitada e incluso repetida, pero si piensa un poco, le
ha prestado atención que nos trasmite.
¿Es sólo el
vestuario que nos enciende la idea que “la
familia es muy poco normal”? o quizás el desarrollo que enfoca ciertas
actitudes desopilantes de cada uno de los personajes.
Sin dudas,
varios interrogantes se desprenden para darle una nueva oportunidad.
Fue realizada
por el año de 1991, por el director Barry
Sonnenfeld, también realizo otras películas, como Get Shorty, Hackett, Rv y
demás cuenta con una gran filmografía y sobre todo para todos los gustos.
Trama: nos
invita a conocer una familia
La Familia Addams, es una historia que tiene la capacidad de mostrar la
mecánica de actuar de una familia, con una rutina costumbrista de hace años,
cada uno de los personajes, interpreta un tipo de personalidad, muy bien
distinguida acompañado del vestuario que lo define.
Tintes macabros
y ridiculez se entrelazan en el desarrollo de film.
La trama: La
familia tiene un motín de dinero que son unas monedas de oro, y por confiar en
Tully Alford, un ser deshonesto, los lleva a ciertos problemas.
Cada uno con una
idea, para tratar de recuperar el motín deciden por una y luego de escogerla, en la que
también colabora Tully Alford, siendo acogido he aceptado como un integrante más
de la familia; la intentan llevar a cabo, ¿lograrán su cometido?...
Divertida,
sencilla y sobre todo el despliegue del humor negro nos abordan una hora y
media de cinta excepcional.
¿Por qué elegirla?
Es ocurrente, con
encanto y sobre todo elocuente; sin dudas el director ha captado una forma metafórica
de esbozar la idea clásica de la familia y sus costumbres.
No deje de
aprovechar y repetirla, no importa la edad siempre tiene la capacidad de
mostrarnos algo nuevo y además es un clásico que vale la pena recordar.
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